Se escuchó con mucha expectativa el informe del presidente Guillermo Lasso ante la Asamblea Nacional dando cuenta de los logros en su primer año de ejercicio, mayor fue la atención por conocer sus ofrecimientos para la segunda fase de su periodo, respecto del desarrollo del atormentado sector agropecuario, esencia de la vida nacional, motor de la economía y generador de empleo, permanente abastecedor de alimentos y de bienes que engrosan las cifras de las exportaciones no petroleras del país.

Dentro del amplio espectro agrario sobresale el banano, que ha sido el centro de preocupación ciudadana, particularmente de agricultores y empresarios que integran la enorme cadena productiva y de valor, de innegable influencia en lo económico y social, frecuentemente sujetas a sobresaltos e imprevistos en lo interno, agravada por acontecimientos extraños como la irracional incursión rusa en Ucrania que ha derivado en obstáculos al flujo dinámico de la actividad exportadora y el peligroso desabastecimiento de fertilizantes químicos que en significativos volúmenes proveían las naciones en conflicto, que provocará reducción irrecuperable de productividad de los campos y baja rentabilidad en los procesos de cultivo poniendo al borde del abismo la competitividad nacional.

En un artículo publicado por EL UNIVERSO el 21 de abril de 2021, bajo el título ‘Obligada intervención presidencial’, sugerí al mandatario electo que asumiese la decisión histórica de ordenar al organismo de investigación agropecuaria inicie sin pérdida de tiempo acciones de experimentación que concluyan en su período gubernamental con la obtención de una variedad resistente a la terrible enfermedad mal de Panamá, raza tropical 4, que amenaza penetrar a nuestro territorio desde Colombia o Perú, ambos huéspedes de ese peligroso mal, que podría en corto tiempo terminar con los cultivos de musáceas comestibles como plátano y banano.

Planteábamos que se trabaje con nuestros propios tipos del grupo Cavendish que, mediante métodos biotecnológicos no transgénicos, logre un ejemplar con las mismas características de la fruta preferida por su extraordinaria calidad, incomparable sabor, tersura de su pulpa y atractivo color de su envoltura, poseedora de virtudes nutritivas y funcionales y bondades resultantes del bajo uso de pesticidas. En buena hora que el ministro anterior dejó un consistente programa con esa finalidad, incluyendo financiamiento, que fue ratificado el 24 de mayo por voluntad del régimen extraída del discurso presidencial.

Este alcanzable objetivo se conseguiría si el Iniap continuara libre de vaivenes políticos y garantías de estabilidad para sus técnicos, que no se caiga en negativas improvisaciones como cambiar su estructura establecida en su ley especial, en que el director ejecutivo debe ser un profesional de experiencia, con título de cuarto nivel en áreas de indagación agrícola y como él, los conductores de sus importantes centros de estudios desplegados en las diferentes regiones del país, lo cual demanda mucha precaución en el marco de los requisitos que señala la normativa legal, irrespetarla sería una inexcusable desventura. (O)