Definimos el orden mundial como la ubicación de un país con respecto a los demás de acuerdo a la extensión del territorio geográfico, sistema político, poder militar, recursos naturales, economía, educación, inseguridad, etc. La conciencia nacional ubica a su sociedad en el lugar que cree le corresponde, o alguien con algún interés se encarga de comparar los factores descritos y establece un orden. El carácter nacional acepta o no el ordenamiento y el interés nacional determina con quien (es) asociarse o alinearse.

La humanidad está en constante evolución. La inteligencia del hombre hizo que para sobrevivir desarrolle armas defensivas y ofensivas, y el instinto gregario que se agrupe para mejorar su bienestar; así aparecieron las tribus, confederación de tribus, clanes, reinos y los Estados que alineados con otros organizan un orden mundial liderado por los más poderosos. Recordemos el orden bipolar, durante la Guerra Fría, que compartían los Estados Unidos de América (EE. UU.) y la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) hasta su disolución en 1991.

La inteligencia del hombre hizo que para sobrevivir desarrolle armas defensivas y ofensivas, y el instinto gregario que se agrupe...

Actualmente, hay una disputa tripolar e inestable por la hegemonía del orden mundial: la Federación de Rusia (FR) quiere recuperar su papel de líder mundial y para demostrar invade Ucrania, dejando en claro la decisión y el carácter nacional ruso de usar las armas para lograrlo. La República Popular China (RPC) hace demostraciones de fuerza en la zona de Taiwán y amenaza con anexarla; además, desarrolla la nueva Ruta de la Seda o Una franja, una ruta, el proyecto expansivo más poderoso y eficaz del mundo, con una red de líneas comerciales terrestres, marítimas y aéreas que hará de Eurasia un solo continente. EE. UU. refuerza las posiciones geográficas estratégicas en Europa y Asia, para contener la expansión armada de las dos potencias.

Esta vez Rusia y China consolidan el pensamiento de expansión continental y marítimo de autosuficiencia. El continental, lo abrevió el geógrafo inglés Mackinder (1861-1947): “Quien gobierne en Europa del Este dominará el Heartland; (…) controlará el mundo”; actualizado: “Quien gobierne en Europa del Este y China; (…) controlará el mundo”. El marítimo, lo sintetizó el contralmirante estadounidense Mahan (1840-1014): “Las guerras se ganan desde el mar, (…) el poder naval dominante hará desaparecer al enemigo”. EE. UU. incrementa el despliegue de su poder naval para el control del mar.

¿Dónde colocarnos en el orden tripolar? Sin duda influye en la conciencia nacional la historia de la intensidad de relaciones políticas, diplomáticas, militares, económicas y cercanía geográfica con los EE. UU. ¿Podríamos permanecer independientes? No, el comercio es global y gran parte circula por el mar. ¿Influimos en el orden mundial? Sí, el ímpetu depende de la situación que haya que apoyar. ¿Y los países de la región? Algunos están en coqueteos políticos con Rusia y China. ¿Qué nos conviene potenciar? La política marítima para usar el mar mediante buques transporte y pesca, puertos (…), y el poder naval para su protección. Por ejemplo: no debemos permitir que fracase la Flota Petrolera Ecuatoriana (Flopec). (O)