El líder ideal que requiere un país es aquel que con su formación, experiencia, ideas innovadoras, comportamiento, integridad y sabiduría conduce a su gente en unidad para satisfacer sus necesidades básicas de trabajo, salud, educación y así darles felicidad. Este líder debe tener visión personal para inspirar a su pueblo y conducirlos adecuadamente para alcanzar los objetivos propuestos y darles un sentido de trascendencia en todas las actividades que realicen en beneficio de los más necesitados; debe tener fortaleza emocional para crear confianza y cooperación en cada ciudadano y actuar con integridad, sinceridad, veracidad, responsabilidad y amor por su Patria; finalmente este líder debe tener en la piel el valor de la disciplina de manera de ordenar y reorganizar el país y de hacer una limpieza de todo lo malo que impide su crecimiento social y económico.

El 11 de abril escogeremos el líder para nuestro país, quien tendrá la dura tarea de cambiar la paupérrima situación económica que vivimos, enfrentar con firmeza y valor la corrupción y narcotráfico que se han tomado el Ecuador; devolver la esperanza a millones de Ecuatorianos que viven en la pobreza extrema, desocupación y desolación y generar las condiciones requeridas para tener una vida digna.

Si tú no sabes o no has decidido cuál de los dos candidatos es la mejor opción para que lidere el Ecuador los próximos 4 años, solo piensa y reflexiona sobre la situación de vida que actualmente tienes fruto de los últimos tres gobiernos que han liderado el país: Trabajo, ¿lo tienes actualmente o lo tiene tu entorno familiar?; Salud, ¿has sido atendido o algún familiar tuyo con eficiencia en los sistemas de salud por la pandemia del Covid que vivimos o debido a la falta de una planificación para prevenirla y contrarrestarla tuviste que vivir un vía crucis para sanarte?; Seguridad, ¿te sientes tranquilo de salir a la calle o cuando tus hijos salen a sus colegios y universidades?

Has sentido los últimos 14 años que las instituciones creadas y los organismos de control han sido manejados con el poder suficiente para el enriquecimiento de unos pocos y, por otro lado, la miseria y desolación de la mayoría. Nos entregaron carreteras que cruzan caminos de miseria, de violencia, agricultores quebrados, comunidades abandonadas y sin los servicios básicos necesarios.

Si todo esto ha acontecido en nuestro país es que lamentablemente hemos sido conducidos por falsos líderes que con engaño nos han llevado a la ruina y que hoy tienen el descaro de continuar mintiéndonos que son los salvadores de la Patria. Usemos el sentido común para entregar nuestro voto al líder que con hechos y obras confirmen su liderazgo, que sea honesto, íntegro y con la sabiduría necesaria para tomar las grandes decisiones que permitan reflotar el buque llamado Ecuador para que navegue nuevamente por las aguas tranquilas del bienestar de todos los ecuatorianos. (O)