El servicio que brinda el ECU911 es vital para tomar acciones inmediatas cuando ocurre un hecho de cualquier índole, que podría llegar a ser desde un robo común hasta un homicidio. Las personas suelen llamar a denunciar casos de violencia intrafamiliar, y por citar algunas estadísticas, en el 2021 se presentaron más de ochenta y cuatro mil llamadas, de las cuales Guayas, Pichincha y Manabí fueron las provincias que más casos reportaron.

Las llamadas telefónicas no son el único medio en el que se puede detectar y coordinar una emergencia, pues el ECU911 cuenta con una sala de operadores que está dedicada exclusivamente al monitoreo de cámaras que han sido instaladas bajo ciertos parámetros técnicos en zonas especializadas y estratégicas para poder visualizar los hechos delictivos cuando están ocurriendo. Aunque en concepto todo es ideal, pues las alternativas para detectar y dar seguimiento a un delito son diversas y teóricamente correctas, el servicio del ECU911 posee una debilidad que afecta de manera significativa su propia razón de ser. El tiempo de respuesta de las acciones coordinadas por el ECU911 es sin duda el “talón de Aquiles” de esta institución.

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Si revisamos alguna literatura que se encuentra en la página web de la institución, encontramos que para el caso de la seguridad ciudadana el tiempo de respuesta promedio en el 2021 es de 6,24 minutos en una ciudad promedio como Machala. Ahora bien, en mi experiencia personal este tiempo se aleja de la realidad y difiere del lapso real que se demora el ECU911 en atender una emergencia. Por citar un claro ejemplo, cuando existe un robo de un domicilio, el tiempo de respuesta del ECU911 supera los 30 minutos, y por decirlo coloquialmente, la Policía llega cuando los ladrones ya se han repartido el botín y hasta lo han vendido.

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Durante mucho tiempo se ha escuchado que los Gobiernos suman esfuerzos para reducir el tiempo de acción y respuesta. Se ha aumentado para ello el número de efectivos, de vehículos, de personas que laboran en la institución e inclusive el aumento de las cámaras o puntos de vigilancia. Indudablemente estas acciones reducen el tiempo, puesto que aumenta el número de variables que podrían actuar en el caso de ocurrir un suceso. Pero estas acciones son como lanzar arena al mar para buscar taparlo, y solamente en un tiempo infinito serán efectivas, mas no en este 2022.

Las grandes potencias e inclusive los países del tercer mundo están usando el análisis y la correlación de datos para triangular e identificar similitudes en patrones de acción de los delincuentes. Esto implica de cierta manera poseer la capacidad de anticipar el accionar de los delincuentes mientras transcurre un suceso, lo que permite al cuerpo policial estar un paso adelante. Para citar un ejemplo, si una cámara capta un robo, mediante el tratamiento de datos se podrá ubicar al delincuente cerca de su guarida, y aunque la Policía se demore en llegar, arribará al lugar indicado para aprehender al delincuente y no llegará a la escena del crimen únicamente para tomar una foto de lo sucedido. ¿Cuándo implementaremos estas estrategias? (O)