Los centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos están investigando casos extraños de hepatitis, de origen desconocido, en menores de edad; y la Organización Mundial de la Salud ha reportado cerca de 500 casos en el mundo, de los cuales 129 han sido denunciados en ese país; el resto en Europa y Sudamérica, como Argentina, Panamá que están cerca a nosotros.

¿Existe relación entre los casos de hepatitis y el COVID–19? La hepatitis es una inflamación del tejido hepático, hay cepas principales del virus de hepatitis de tipos A, B, C, D, y E. Se ha identificado en Alabama, Estados Unidos a nueve niños sin causas claras de la enfermedad que apuntarían probablemente al adenovirus 141F, incluso el antecedente de haber padecido COVID, pero esto no es concluyente. La edad promedio es 3 años, con rango de 1 a 6 años. Tres de los nueve menores acabaron con insuficiencia hepática aguda (es mortal); dos han recibido trasplantes de hígado. Síntomas: náuseas, vómitos, dolor abdominal, fiebre, fatiga, pérdida de apetito, dolor en las articulaciones. Signos posteriores son orina oscura, heces de color claro, la piel y el blanco de los ojos se vuelven amarillos. Muchos niños padecen enfermedades virales que provocan molestias gastrointestinales, fiebre, fatiga, letargo; hay que ir al médico. Como la causa sigue siendo desconocida, no se puede decir qué medidas previenen. Si efectivamente hay relación con el adenovirus son útiles en el mundo las normas usadas en la pandemia de COVID; distanciamiento, lavarse bien las manos con agua y jabón, uso de alcohol y gel, quedarse en casa si está enfermo, usar mascarilla, no consumir alimentos que no están bien cocidos ni preparados con higiene, poner atención a bares de escuelas y colegios. (O)

Francisco Plaza Bohórquez, doctor en Medicina, Guayaquil