La propuesta que planteó el presidente y que no se ha podido plasmar aún, razones ha de haber, la pensé en el año 2007. El problema es que tanto el IESS como el Ministerio de Salud Pública compran medicina, muchas veces a precios que no se compadecen con la realidad internacional, en cantidades que no se necesitan, que pronto expiran, mucho de lo que no se requiere y menos de lo que sí precisan los ciudadanos.

Pareciera complicada la solución pero no lo es, lo único que se requiere es la voluntad política de hacerlo.

El profesional de la salud, tanto del IESS como del MSP recetan; el paciente se acerca a cualquier farmacia (no necesariamente de cadena) a retirar su medicina, en cualquier parte del país, presentando su receta. ¿Qué se gana con esto? Tanto el IESS como el MSP dejan de tener farmacias propias, ya no se compra en lotes millonarios con los sesgos mencionados, no cuentan con ningún inventario, no se le caducan ni las medicinas necesarias ni las innecesarias, ya no es susceptible de sustracciones de parte de elementos internos o externos. Por otro lado, no es necesario entregar medicina de uso frecuente para 90 días, ya que al poder retirar fácilmente en cualquier farmacia del país, la cantidad puede ser la que vaya a ser utilizada en 30 días. ¿Y la facturación como se hace? Cada 25 del mes se hace un corte que se envíe al IESS o al MSP, allá el programa confronta lo despachado contra lo recetado y si se han cumplido todos los pasos, se avisa a la farmacia para que emita la factura correspondiente, la cual será pagada luego de 90 días. Una farmacia que esté adscrita al sistema, contra contrato puede obtener un préstamo para capital de trabajo en BanEcuador y así no quedará ilíquida, lo cual sucederá solamente en los primeros 3 meses, pues luego ya las facturas se van cobrando cada 15 días.

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¿Cómo se controla que esta maravilla se cumpla? Para eso los programas tienen sus controles de tipo semáforo que lanzan alertas por excepciones, las que son debidamente investigadas y aclaradas, con la sanción correspondiente, que debe ser inflexible. ¿Cómo se controlan los precios internacionales? Para eso hay firmas verificadoras internacionales, serias, que deben suscribir sendas pólizas de seguro. ¿La parte tecnológica hoy en día no es problema? No, hoy en día no lo es. (O)

José Antonio Fun Sang Yong, Guayaquil