¡Vaya que se ha ido volando el primer año de Gobierno!, desafortunadamente ha estado lleno de percances y novedades. Seguramente el presidente de la República es el más apesadumbrado porque los días van y sus promesas hasta ahora son solo eso. Debemos reconocer que en lo que concierne a la vacunación se cumplió; su compromiso y la cooperación internacional llevaron dicha misión a buen puerto. En tanto las demás propuestas aún están a disposición en la página www.guillermolasso.ec.

Es preocupante que cada vez que se le cuestiona al presidente respecto a los temas de salud, educación, seguridad, economía, producción, su muletilla recurrente es, como en los juegos infantiles, pedir ‘cacho, cacho’ y endilgar toda responsabilidad a las anteriores autoridades e incluso de los gobiernos seccionales. El país no es un juego en el que se acaba el recreo y volvemos a la banca. Si queremos mejorar la calidad humana de nuestra sociedad no hay más remedio que invertir en educación, arte, cultura, seguridad, nutrición infantil, servicios públicos de calidad y salud; si bien este tipo de inversión es difícil de medir su retorno, es la única alternativa para salir adelante, aunque esto represente el pesar de políticos populistas. (O)

Álvaro Eduardo Suárez Delgado, abogado, Guayaquil