El 95 % de las personas tienen problemas serios o necesidad de dinero, lo cual causa estrés, angustia, no tenerlo.

Vivimos girando en torno al dinero. Pensamos que si estudiamos más o nos esforzamos más horas laborando tendremos más dinero o inclusive pensamos que nos haremos rico. Algunos millonarios no tienen estudios pero son autodidactas, entonces no se trata de cantidad de horas trabajadas sino de la calidad de nuestros pensamientos que nos permita que el dinero trabaje para nosotros y no ser súbditos del dinero. Como ejemplo, si compro un carro para mi uso particular para ir y venir del trabajo, pasando el auto hasta ocho horas en la calle parqueado sin producir un centavo, pero el dueño del coche pasa angustiado sin saber cómo pagar la siguiente cuota del préstamo vehicular y debe escoger entre comer, pagar la mensualidad del

colegio del hijo o pagar la cuota del vehículo. Está sumergido y abrumado por la deuda que no le permite pensar diferente. Lo importante en la educación financiera es tranquilizar el exceso de pensamientos turbulentos. Aprenda a visualizar la llegada de la abundancia como forma natural de vida y tome acción rentando el vehículo dentro de las ocho horas que usted no lo utiliza, previamente buscando a una persona responsable, si no tiene vehículo pero cuenta con mucha destreza para las matemáticas, rentabilice sus neuronas dando clases para nivelación de estudiantes en horarios que no interfieran con su trabajo. Busque siempre una segunda fuente de ingreso que sea honesta ya que su trabajo principal no será eterno, por mejor empleado que sea, y deje de lamentarse de la vida para no terminar enfermándose. La actitud positiva debe prevalecer siempre por más caótico que veamos nuestro entorno pasajero, ya que todo termina siendo cíclico con altos y bajos. (O)

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Gunnar Lundh Iturralde, periodista, Guayaquil