Sobre las preguntas de la próxima consulta popular, “algo es algo”, dice el refrán. Por fin, luego de dos años, recibimos una propuesta de reformas, para plantearlas en la consulta, pero que se quedan cortas, no enfocan las falencias legales que impiden combatir en forma eficaz a las narcopandillas. Mis observaciones a estas preguntas:

1.- Permitir el apoyo de las Fuerzas Armadas para combatir el crimen organizado, suena muy coherente pero no enfoca o arremete contra el problema principal, la inmunidad a los criminales al salir libres a pocas horas de ser aprehendidos. Tampoco cambia la actitud reactiva por una proactiva, del Gobierno, contra el crimen organizado; nada cambiará. 3.- Contamos con una fiscal general de lujo y está claro que el Poder Ejecutivo no ha consultado con la funcionaria, pues ella manifestó que la formación de un Consejo Fiscal obstaculiza la profesionalización de la entidad; nadie mejor que ella conoce la problemática, no involucrarla es un error. 4.- Reducir el número de asambleístas es solo un ahorro, nada tiene que ver con que estos sintonicen las necesidades del pueblo ni que se incremente el control ciudadano; es más, fortalece el caudillismo dentro de los partidos políticos. Se debe reducir los beneficios, aumentar las obligaciones y limitar los gastos de los asambleístas. Su elección debe ser por distrito y permitir la participación de candidatos independientes. 6.- Cumplir la promesa de campaña y plantear la eliminación del mamotreto político que es el Consejo de Participación Ciudadana y regresar a lo que indica la Constitución de 1998 para el nombramiento de autoridades. No hacerlo ahora es ambivalencia política y pérdida de la última oportunidad de este Gobierno. Lo lamentable es que se posterga una larga lista de reformas constitucionales que el país necesita urgente y esperaba verlas en la consulta popular. (O)

Gustavo Echeverría Pérez, avenida Samborondón