Un paro, una marcha, lo realiza un grupo del pueblo para exigir un derecho, una solución a una gran problemática social, económica, etc., pero debe tener propuestas investigadas, ayudar a resolver, pensar en el progreso.

Los reclamos por derechos no deben crear caos, saqueos, amenazas, etc. El vandalismo, la destrucción de patrimonios históricos, calles, regeneración urbana, barrios, carreteras; las quemas de llantas, vehículos, árboles, racimos de banano, edificios, archivos, documentos...; la contaminación ambiental, la violencia, el odio; interrumpir servicios básicos, de salud, trabajos, estudios; causar desabastecimientos de productos, inseguridad... Más aún, cuando el Ecuador recién trata de reactivarse en la crisis económica, de empleos..., producto de la pandemia de COVID–19, y con motivo de la guerra entre Rusia y Ucrania que ha dado ciertos problemas en los sectores camaronero, bananero, floricultor..., subida de precios de las exportaciones ecuatorianas, de los precios del trigo, de los fertilizantes; del abastecimiento de ciertos insumos, etc.

Muchos ecuatorianos vivimos del día a día con el sudor en la frente, en el trabajo, estudio para prepararnos, conseguir una profesión en el futuro, y sufrimos en una paralización dado que si una familia no tiene actividades su bolsillo se atasca para llenar la canasta básica, para el transporte, para pagar agua, energía eléctrica, etc.

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Sé que la inseguridad, el desempleo, los precios de alimentos, medicinas, son exigencias del actual paro nacional, en eso sí es necesario que tomen decisión pacífica para solucionar en parte; empero agravar más con paro indefinido, más inseguridad, temor, asaltos, etc., no podemos vivir. Hagamos proyectos a nivel local, nacional para poder salir adelante con la paz que tanto necesitamos. (O)

Victoria Andrea Soriano Tomalá, 24 años; Salinas, Santa Elena