Los fenómenos naturales siguen su camino sin inmutarse. A quien los mueve no le tiembla el pulso; no se advierten vacilaciones en sus movimientos. En todos ellos vemos reflejado algo de nosotros mismos: miedos, tragedias, inspiración, imágenes idílicas... Desde un volcán en erupción hasta el mayor remanso de paz, pasando por terremotos, tornados, tsunamis, lluvias, nieves, granizos, nieblas, auroras boreales, ocasos, amaneceres..., nos tienen conectados entre sí a esta dinámica universal.

De igual manera, que podemos optar por el silencio absoluto (medido por científicos en diversas partes), que por su contrario, son sonidos acordes o dispares.

Yo, hoy, quiero compartir con ustedes, los sonidos que, en forma de ideas, me acuden a la imaginación en busca de salida; con una excepción: la de que (con la fragilidad del ser humano) notarán, que a mí sí me tiembla el pulso. (O)

Publicidad

Jesús Sánchez Ajofrín, Albacete, España