La naturaleza impredecible como lo es, está reaccionando de distintas maneras ante el calentamiento global, y esto se da por estar más expuesta a los rayos solares en su camino al rededor del sol. Debido a su cambio climático, nos tiene a todos preocupados por los efectos nocivos en grandes sectores del planeta.

A China y al África, y al Ecuador por su posición estratégica en ambos hemisferios y por donde cruza la línea equinoccial, apenas a 12 kilómetros al norte de nuestra capital Quito, esta situación geográfica hemisférica nos afecta directamente.

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Sin embargo, no solo el planeta está caliente, instituciones internacionales y nacionales también lo están. El SRI, por cuanto recibirá $ 200 millones menos por impuesto a la renta de los ecuatorianos de clase media. También cierto grupo está caliente y pretende realizar una ‘consulta’ para dejar bajo tierra el petróleo ecuatoriano, que significaría –de aprobarse– que el fisco recibirá la bicoca de $ 1.000 millones menos.

También causará calentura el TLC que firmamos con China porque deberá ser aprobado por la próxima Asamblea Nacional (AN) cuyos integrantes no sabemos si lo aprobarán o lo modificarán en ciertas partes.

Otros también están calientes o mal, por cuanto no pudieron arder las calles de Quito debido al impedimento que puso la muerte cruzada, y tendrían que candidatizar a un representante para las próximos elecciones presidenciales del Ecuador. Además, ciertos grupos también están calientes lanzando candidatura totalmente desconocida por algunos en el país, pero muy conocida por fuera por sus actuaciones en el exterior. Y otros que han retirado sus candidaturas para ir a Carondelet, también sufren de calentamiento y están pensando mejor en la AN, para poder defender empresas.

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Así están las cosas, el clima, la temperatura... (O)

Sucre Calderón Calderón, abogado, Samborondón