Un pensamiento administrativo dice: “una empresa es tan buena como lo es su gente”.

La crisis gubernamental que se está presentando es producto de tener un sistema electoral que no depende del Gobierno para tener autoridades escogidas por votación popular, las cuales una vez elegidas tienen desempeños de baja aceptación.

Lo correcto es que los aspirantes escogidos salgan de una terna de participantes, que se elegirán entre una lista de 10 personas, y sean los partidos políticos con el aval de las elecciones primarias realizadas dentro de los partidos registrados en el sistema electoral, con la garantía de un notario escogido por el Poder Ejecutivo, quien dé fe de que se ha efectuado la elección de los tres aspirantes más votados de una lista de 10, y que será enviado por el notario al organismo electoral para las elecciones pertinentes. Así mejoraría un 80 % la administración del país, habría ahorro monetario de más del 50 % y una administración más eficiente con proyección positiva no cuantificable. Se acabaría la forma de calificación de los presidentes de los partidos como dueños que ponen los puestos de acuerdo a su criterio. Aplicando esta sugerencia cambiarían las estructuras del CNE (Consejo Nacional Electoral), CPCCS (Consejo de Participación Ciudadana y Control Social), no existirían injerencias nocivas de poderes negativos permeados en autoridades de control, no se repetirían los sucesos de caos del paro nacional de octubre de 2019 y de junio de 2022. (O)

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Salvador Crisanto Loffredo Autheman, ingeniero civil, avenida Samborondón