La participación ciudadana en todos los asuntos de interés público es un derecho que se ejerce por los mecanismos de la democracia representativa, directa y comunitaria.

La democracia directa es la facultad del pueblo para proponer la creación, reforma o derogatoria de las normas jurídicas ante la Función Legislativa u otro órgano con competencia normativa. Democracia representativa es la que ejercemos en la elección de funcionarios que nos representarán en la toma de decisiones y con el poder otorgado legislan en nuestra representación. Democracia comunitaria es el reconocimiento del concepto de las prácticas organizativas y de la regulación de pueblos, comunidades, nacionalidades que el país ha adoptado.

¿Nos sentimos representados por nuestros mandatarios?, no. Cómo sentirse representados si los movimientos y partidos políticos dizque hacen elección interna, pero nominan a los candidatos que se imponen o a los que más votos ponen. Si el protervo sistema electoral protege a los partidos y movimientos, y el derecho de participación del ciudadano común está obstaculizado. Si cuando acudimos obligados a votar debemos escoger entre candidatos que no nos simpatizan. Si bajo los sistemas de participación previstos en la ley, ni el uno por ciento de los ecuatorianos ha tenido participación política siquiera en una asamblea popular, limitándose su participación al frío momento de acudir a votar. Propongo una reflexión respecto a la responsabilidad de todos en hacernos cargo de esta sociedad en la que vivimos. (O)

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Álvaro Eduardo Suárez Delgado, abogado, Guayaquil