En el Municipio se logró desde Quito Honesto (Comisión Metropolitana de Lucha Contra la Corrupción Quito Honesto) que los contratistas públicos firmen compromiso de honestidad, lustros atrás.

La Asamblea Nacional debe suprimir los puestos de libre remoción ocupados –con honrosas excepciones– por gente ávida de poder con ignorancia de los procesos públicos, que maltrata a los servidores de carrera en su inmensa mayoría gente preparada hasta con dos profesiones, maestrías, idiomas, que busca cambios administrativos; y se da cuenta de que no podrá salir airosa frente a las arremetidas de nuevos secretarios, gerentes o asesores que llegan cada cuatro años con la nueva autoridad para beneficiar con contratos a ‘su gente’; o con información sobre inversiones públicas para revalorizar sus terrenos, o entregar comodatos o donaciones a quienes luego lucrarán con esos terrenos. Paren la desigual lucha del servidor de carrera contra quien busca viciar procesos de discrecionalidad, abuso de poder y falta de transparencia. (O)

Diego Fabián Valdivieso Anda, economista, Quito