Es importante construir centros psicológicos gratuitos para la salud mental del individuo, desde temprana edad, cuya situación familiar es crítica por la violencia.

Las alma mater gradúan psicólogos que pueden aportar conocimientos, ética; desarrollar espacios de prevención, educación y comunicación asertiva al entorno familiar. El Gobierno puede construir centros psicológicos que trabajen con escuelas, colegios, universidades, docentes, alumnos, padres; establezca una ley para servir a la sociedad desvalorizada por conducta destructiva peligrosa. Mejorar la salud mental, mejora el equilibrio psicológico y social para la convivencia. (O)

Soraya Pauta Martillo, máster en Educación, Guayaquil