Muchos ciudadanos nos sentimos vulnerados y afectados por las continuas e injustas multas, citaciones, de tránsito, aplicadas por los radares de control de velocidad a los vehículos, en la vía a la costa.

Viajo frecuentemente acompañado de mi familia con mis dos hijas pequeñas, por lo que no excedo de la velocidad permitida, me preocupo permanentemente de no manejar más allá de ese límite. Sin embargo, me llegan las multas por conducir a velocidades altas. Esto está afectando mi nivel de ingresos económicos y me siento en un estado de indefensión, pues al preguntar a mis amigos abogados por dicha injusticia, ellos dicen que son inútiles los reclamos.

Veo en los periódicos, los reclamos de los conductores de vehículos, a las autoridades de tránsito que deberían de revisar dichas máquinas que son mal llamadas de control de la velocidad, si no, son más bien máquinas de hacer dinero de una manera no justificable. Cobran muchas multas, y aceptan que no están bien reguladas. Por lo tanto, solicito que nos devuelvan esos valores y que no utilicen más los radares o las máquinas hasta que sean revisados.

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El objeto de limitar la velocidad cuando conducimos vehículos en las carreteras de Ecuador y de aplicar las multas disuasivas, no debe ser solo por la extracción de los dineros a los conductores, a través de máquinas o radares. El objeto tiene que ser para evitar los accidentes de tránsito.

Por todo lo expuesto, solicito a las autoridades de la Comisión de Tránsito del Ecuador (CTE) que regulen las señales de la velocidad permitida, pues también les cambian el límite de un momento a otro y lo bajan considerablemente, lo cual es imposible seguirlo.

Opino que debe haber una sola velocidad para rodar, y otra al llegar a los puentes y a las comunidades. (O)

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Luis Alberto Villacrés Vélez, avenida Samborondón