La economía circular surgió para contraponerse al modo lineal como opera nuestra economía. En una economía lineal extraemos los recursos naturales del planeta, los transformamos en productos y después que no nos sirven más los desperdiciamos.

En una economía circular, los residuos y la contaminación se eliminan desde el diseño, se hace un ecodiseño. Los materiales y productos se reparan, reciclan, reutilizan, diseñan, para permanecer en uso, circulando en la economía; regeneramos los sistemas naturales para preservar los recursos. Para tener prosperidad a largo plazo necesitamos rediseñar la economía actual. Tristemente, a muchos no les conviene la economía circular, porque si los recursos son cada vez menores, al mismo tiempo por su escasez son cada vez más caros. En la economía circular, si se rompe tu ventilador, no lo botas, miras cómo se puede salvar, lo arreglas; los plásticos, cartones, vidrios, las chatarras, se separan de otras basuras porque se pueden reciclar; las materias orgánicas, las hojas de plantas podadas, los desechos de verduras, etc., sirven como abono para la tierra, etc. La idea es separar los residuos de basura. ¿Cómo ayudamos en los hogares con la basura?, seleccionarla, rotulando, escribiendo en una funda o una caja qué basura deposito (plásticos; papeles y cartones; o solo residuos de alimentos; o pilas viejas; etc.); llevar a los puntos, lugares de reciclamiento. Debe haber políticas del Gobierno central, municipios, alianzas público–privadas para que funcionen las economías con planificación, pero el capitalismo depredador no entiende que protegiendo el planeta se protege a la vida, el camino es la economía circular. (O)

Kléber Wilfrido Barragán Hernández, licenciado en Periodismo, Guayaquil