Me dirijo al Ministerio de Transporte, la Agencia Nacional de Tránsito (ANT), la Agencia de Tránsito y Movilidad (ATM): la ‘cultura del irrespeto’ se ha vuelto ‘normal’, ciertos conductores de vehículos desmerecen a los motorizados, creen que las calles solo son para vehículos a motor de cuatro ruedas.

Los tres organismos se encargan de controlar, dirigir y administrar el tránsito en el país, y en Guayaquil sus gestiones no conciencian a la colectividad del volante en el respeto a la ley de tránsito y a los conductores de motos, quienes pagan licencia y matrícula para transitar. Muchas motos son utilizadas para trabajar; los jóvenes con esfuerzo adquieren estas herramientas de trabajo compradas a crédito; conducen bajo lluvia, frío, con calor, candente sol; se dirigen con rapidez por la exigencia de las empresas donde laboran, incluso trabajan de noche jugándose la vida debido a la inseguridad en las ciudades. No es lo mismo manejar dentro de un carro cubierto, con aire acondicionado, puertas cerradas. Existe inseguridad, accidentes y en la mayoría de casos terminan con la muerte de choferes de moto chocadas por los buses, camiones, carros. ATM, ANT, CTE (Comisión de Tránsito del Ecuador), ¿no les importa que mueran seres humanos? Deben tener un plan para mejoramiento del tránsito, reducir los accidentes. (O)

Rosamaría Calderón, Guayaquil