Salvemos a los inocentes. La vida humana empieza por la unión de un espermatozoide y un óvulo, comenzando a multiplicarse progresivamente, siendo este el inicio de la conformación de un ser vivo, luego se irán formando sus diferentes órganos, las estructuras que van completando en semanas el nuevo cuerpo.

Este nuevo ser, como cada uno de nosotros, debe ser protegido en adelante, tanto desde el vientre materno como fuera del mismo en el desarrollo de su existencia; asímismo, merece el respeto, las consideraciones y la defensa en todas las circunstancias de su vida, no convertirlo en el culpable de la agresión (violación) cometida a su madre ofendida por delincuentes inescrupulosos que atentaron contra su dignidad de mujer. Contra estas personas agresoras debe actuar la ley en su máximo rigor (no contra el niño, con el aborto). Además se deben realizar las evaluaciones psiquiátricas para llegar a la causa. Los seres humanos inocentes e indefensos no deben pagar con sus vidas, por el aborto. Que Dios ilumine a las personas que están en defensa de la vida. (O)

Vicente Eduardo Ocaña García, médico, Guayaquil