La producción e industrialización nacional de hidrocarburos se originó en Santa Elena entre 1910 y 1930. Los campos e infraestructura peninsulares sirvieron al país hasta que los descubrimientos del Oriente (1965-1972) y el centro industrial de Esmeraldas (1977-79), por razones técnico-económicas, la relegaron al olvido y al abandono.

En 50 años el Estado no ha invertido en la modernización de la refinería La Libertad, que por su obsolescencia e incompatibilidad fisicoquímica con los crudos del Oriente causó inmensas pérdidas, a tal punto que el Gobierno anterior anunció su cierre, lo que causaría severo impacto a la economía peninsular.

La actual Prefectura de Santa Elena propuso al Gobierno anterior un proyecto para convertir la infraestructura de la refinería en un megacentro de almacenamiento de crudo, combustibles y gas natural, base para una industria de fertilizantes, complementado con una planta para producir asfaltos normales, modificados y para aplicación en frío. Solicitó la oportunidad para desarrollar los estudios del proyecto y convocar a inversionistas, refinerías, comercializadoras y productores, a un concurso internacional para construir y operar la infraestructura. Los agotados campos de hidrocarburos de la Península se entregaron a la Espol, que por concurso público logró inversiones que remozaron el campo, generando empleo y bienestar para muchos peninsulares. La provincia de Santa Elena desea desarrollarse con iniciativas y contribuir con el país en autogestión de procesos innovativos y transformativos que convertirán obras industriales olvidadas, obsoletas, en polos de desarrollo; y con la transformación de hidrocarburos dar ejemplo de transición energética al originar fondos para crear centros de generación fotovoltaica y eólicas, participando en la “transición ecológica” proclamada por el actual Gobierno. El presidente Lasso tiene la palabra. (O)

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Enrique Rosales Ortega, Santa Elena