Recordé que hace 80 años, el 13 de mayo de 1942 a las 21:06, nuestra ciudad soportó un terremoto que según los informes posteriores fue de intensidad 7,7 en la escala de Richter. Se habló de un terremoto en Guayaquil; con el transcurso de las horas se ubicó el epicentro en Chone (Manabí) y los estudios posteriores definitivamente ubicaron el epicentro en Pedernales.

Si fue de 7,7 en Guayaquil la intensidad, en el sitio del epicentro debió haber sido mayor; su duración fue de 2 minutos que parecieron horas. En esa época yo contaba con 12 años y cursaba el primer año en el Colegio Nacional Vicente Rocafuerte que venía funcionando en nuevo local desde 1936 que se mantiene hasta la fecha. Las pérdidas humanas fueron entre 40 a 50 fallecidos; colapsó un edificio de cinco plantas donde funcionaba una clínica en la calle Pichincha entre Colón y Mejía; familias habitan las otras plantas. Perdieron la vida los propietarios, personal de la clínica, acompañantes de los pacientes, asilados, etc. Se rescataron sobrevivientes, de escombros de más de 30 metros de altura, algunos de ellos permanecieron tres días; una dama estuvo ocho días enterrada. También se cayó un edificio de seis pisos, en 6 de Marzo y Luque, hubo víctimas y sobrevivientes. Muchos edificios perdieron su fachada (construcción mixta); se cayó la pared perimetral de la piscina Olímpica lado sur, calle Luque, de García Moreno a José Mascote; en este sector muchas casas perdieron parte de su integridad. Hoy en día, ¿en Ecuador estamos preparados para los sismos, terremotos? (O)

Humberto Torres Sánchez, cardiólogo, Guayaquil