La noticia que proporcionó el 26 de febrero el anterior ministro de Salud sobre la llegada en marzo al país de un millón de dosis de la vacuna de Sinovac para combatir el coronavirus, y de otro millón en abril, me anima a resaltar la alta prioridad que tenemos los profesores jubilados de las universidades del país, la mayoría con más de 80 años de edad; solicitar que se nos incluya inmediatamente en el listado de las personas por vacunarse, considerando que el tiempo apremia en nuestras vidas y que en nuestra juventud dimos gran esfuerzo en beneficio del país.

Estimo que el número de profesores jubilados, añadiendo también a los jubilados administrativos y de servicios y sus cónyuges, es una cifra pequeña en comparación con los dos millones de dosis por llegar. Sugiero que cada universidad envíe al Ministerio de Salud los listados con la seguridad de que nos proporcionará la primera dosis en el primer millón de vacunas, y la siguiente dosis en el segundo millón por recibir. Para el caso de la Universidad de Guayaquil, donde me jubilé de profesor, podrían vacunar en el redondel principal frente al rectorado y a las facultades de Jurisprudencia, Ingeniería y Economía, estableciendo un centro para vacunar en sus vehículos a los que lo necesiten por alguna dificultad física, y otro para los que pueden ir a pie. (O)

Manuel Zúñiga Mascote, economista, exdocente, 89 años, Guayaquil