Tuvo que pasar lo que ocurrió (asalto) para que los clientes de un banco ya no hagan fila en el parqueadero de un centro comercial en el norte para ser atendidos. Ahora lo hacen en el interior, caso contrario hubiesen tenido que seguir soportando ese mal trato.

Lo mismo sucede con los cajeros automáticos ubicados en las veredas de las calles y no en el interior de locales. Tal parece que se procede de esta manera pensando más en el bienestar del empresario y no en el del cliente. Durante 30 años a través de conferencias, seminarios de capacitación, cursos formativos he venido dando a conocer estrategias de servicio al cliente a miles de colaboradores y empresarios. Lamentablemente el espíritu de servicio brilla por su ausencia en la práctica. ¿Cuándo se pensará más en el cliente al abrir una empresa en Ecuador? (O)

Luis Hurtado Riera, magíster en Educación, Guayaquil