A lo largo de los años las estrategias corporativas van evolucionando. Se enfocan en la creación de productos innovadores. Luego, en la revolución industrial, se logró la producción masiva donde el foco estaba en producir más a menor precio dejando de lado la calidad. En la nueva era, las estrategias corporativas se orientan en el cliente.

La mejor forma de diferenciarse en este escenario es creando valor en cualquier producto o servicio y enfocado en el estudio integral del cliente. Sí, estrategias corporativas basadas en estudios neurocientíficos que detallen qué tipo de comercialización se necesita para satisfacer un mercado particular.

Es muy común que en esta nueva era, con nuevos consumidores y nuevas tendencias, los administradores intenten hacer las cosas de la misma forma sin tener en cuenta los cambios. Es común implementar ‘cambios’ de forma estratégica en una empresa, sin lograr los cambios proyectados.

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Para poder implementar un cambio, debemos gestionarlo a través de las personas y obtendremos éxito.

El cambio es una puerta que se abre desde adentro, por ende, comience casa adentro. (O)

Jimmy Alejandro Murillo Espinoza, máster en Administración de Empresas y economista, Guayaquil