Solicito respetuosamente al señor presidente Guillermo Lasso Mendoza que cambie la ‘nueva versión’ del Himno Nacional de la República del Ecuador, que actualmente se canta en todo acto oficial o de cualquier índole.

La tontería de la revolución socialista modificó la versión original de nuestro sagrado himno, por una melodía interpretada a tal velocidad que más parece un trabalenguas, lo que da a lugar a que no se entienda la letra ni el coro ni la segunda estrofa, peor podemos apreciar la música, los instrumentos ni nada, porque es tan rápida esta ‘nueva versión’ que no transmite el civismo que implica entonar el segundo himno más hermoso del mundo, que precisamente es el ecuatoriano.

Ojalá que personajes destacados como directores de orquestas sinfónicas, directores de coros, profesores de música, directores de bandas institucionales, etc., también hagan eco de esta petición.

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Las nuevas generaciones ya no se saben el himno por lo apresurado o rápido que se les obliga a cantarlo; un ejemplo común lo tenemos cuando los seleccionados de fútbol juegan representando al Ecuador, lo que menos pueden hacer es cantar correctamente las notas de nuestro amado himno.

¡Viva el Ecuador y sus símbolos patrios! (O)

Mayra Camposano Costa, Guayaquil

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