Ser educado es respetarse y respetar a los demás.

¿Acaso escupir o lanzar escupitajos, miccionar en la vía pública es una educación y un respeto a una ciudad? El fétido mal olor del orine y la saliva pueden ahondar la reproducción de bacterias, por otro lado, desdicen la calidad de la higiene de los seres humanos. (O)

Eduardo Jiménez Macías, Salinas, Santa Elena