Los candidatos están preocupados por ganar el poder. Los partidos políticos están preocupados negociando a qué candidato apoyarán a cambio de algo. El Gobierno está preocupado elaborando el discurso de despedida y tapando los últimos huecos que deja por escándalos, ministros y otros del gabinete ya que finaliza su periodo. Los alcaldes están preocupados dictando cada día medidas parches por el coronavirus. El país está preocupado ya que no llegaron las vacunas para todos, y por cuál será el nuevo protocolo de salud, y asimismo el nuevo presidente que llegará el 11 de abril.

El pueblo sin salud pública, sin trabajo, sin seguridad, sin justicia, sin derechos, sin futuro, etc., se siente cada vez más confundido y nervioso por las disposiciones y estadísticas oficiales cambiadas a cada hora al apuro, contradictorias, por ejemplo: no habrá toque de queda porque se afectará la economía, luego ya hay toque de queda en unas provincias, después de unas horas hay estado de excepción en más provincias; van a evitar aglomeraciones, después dictan un horario donde todo el mundo sale a coger transporte creando caos de miles de personas topándose; dicen que ya vienen en cierta fecha miles de vacunas más para los ancianos y para el personal de salud, y luego para todos los ecuatorianos, pero las vacunas llegan con retraso, en menos cantidades y son solo para los que están en listas para familiares y amigos recomendados; controlarán por la pandemia a los que arriban del exterior, sin embargo siguen viajando por placer de Ecuador a Miami, México..., regresando felices sin importar si pueden traer las nuevas cepas del virus. (O)

María Eugenia L. de Reyes, Guayaquil