El papa Francisco siempre pide respeto por los niños, “.., esos vulnerables que la Iglesia quiere cuidar con predilección, que están por nacer, son los más indefensos e inocentes de todos, a quienes hoy se les quiere negar su dignidad humana, en orden a hacer con ellos lo que se quiera, quitándoles la vida y promoviendo legislaciones para que nadie pueda impedirlo”.

El santo padre dice que el ser humano es sagrado e inviolable en cualquier situación y en cada etapa de su desarrollo; es un fin en sí mismo y nunca un medio para resolver otras dificultades. Si esta convicción cae, no quedan fundamentos sólidos y permanentes para defender los derechos humanos que siempre estarían sometidos a las conveniencias circunstanciales de los poderosos de turno. ¿Cómo cuidar la vida humana especialmente en momentos de mayor vulnerabilidad, cómo defenderla de los victimarios? Su intención es que se promueva la defensa de la vida a través de la oración y de la acción social. ¿Lo estamos haciendo? Las intenciones del sucesor de Pedro tienen respaldo del cielo. (O)

José Miguel Páez, doctor en Medicina, Guayaquil