Quisiera entenderlo de esa forma, “la política es así”, pero pienso y estoy convencido de que la política no es así. Quizás los políticos sean así. Las personas con su accionar y pensamiento distorsionan el verdadero significado de lo que es la política. Los esfuerzos y el tiempo que le dedican van en relación con sus intereses personales, a aquello que aspiran a obtener incursionando en esta actividad muy lucrativa para la gran mayoría de los que optaron por este camino..., fácil.

Muchos se preparan para ello, no hay duda de eso. Y se preparan tanto y ponen su carrera en manos de especialistas, que al final nos llega un producto terminado que es totalmente diferente al original, pero que se vende bien. Y el ciudadano lo termina aceptando, no se quiere complicar con mucho análisis, total, no gana nada con ello. Y ahí está el detalle, esa falta de conocimiento y análisis es lo que explotan los expertos al fabricar estos personajes, ese otro yo, ese que llega y convence a las masas y tiene un triste final, pero para quien lo eligió; porque el elegido tiene un final feliz, se vendió bien y sacó provecho para él, el pueblo es el que perdió. Debo reconocerlo y pensar que la política no es así, las personas sí son así, falsas, hipócritas, aprovechadores, deshonestos, etc.

El arte de gobernar más conocido como política se transforma en el arte de engañar, manipular, o mejor dicho en toda una demagogia al servicio de las ambiciones de los políticos deshonestos.

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¿Entonces qué hacemos para dar el verdadero sentido a la política?, simplemente abrir bien los ojos y destapar los oídos, dándoles su merecido al elegir, no permitir que nos vendan gato por liebre... “He llegado a la conclusión de que la política es demasiado seria para dejarla en manos de los políticos”, Charles de Gaulle. (O)

Martín Enrique Úraga Icaza, Guayaquil