Mientras la humanidad se debate entre la vida y la muerte a causa del virus Sars-CoV-2 que ha paralizado al planeta por la pérdida de vidas y recursos, a los humanos en riesgo de contagiarnos y fallecer nos preocupa la no contratación de Lionel Messi por el F.C. Barcelona de España, porque no le pudo pagar los millones de euros que valen sus habilidades futbolísticas; al tiempo que el 25 % de la población mundial carece de comida, vivienda, etc., sin que muchos hayan desarrollado la posibilidad de sobrevivir.

Cuán distraídos estamos en asuntos baladíes por la publicidad mediática. Este mismo análisis aplica a países, grupos que aprobamos la existencia de élites, galicismo que divide a los seres humanos en superiores e inferiores, condenándonos a inequidades. Las personas somos iguales. Me resisto a aceptar que con los avances científicos y tecnológicos no interpretamos las señales de la extinción. El supuesto chip inoculado en la vacuna anti-COVID, solo está en la mente de los que conciben la existencia de élites en lo deportivo, social, económico, político. Los Messi son referentes a emular no a venerar. No son seres superiores sino que se esforzaron por superarse como todos lo podemos hacer. Nuestras acciones orientémoslas al trabajo productivo, distribución equitativa de la riqueza, cuidado y amor al prójimo y a la naturaleza para no hacerle el juego a apocalípticas predicciones. (O)

Joffre Edmundo Pástor C. , licenciado en Educación, Guayaquil