Observamos en los canales de otras partes del mundo, por la televisión pagada, que niños, mujeres, jóvenes, ancianos sufren en la terrible guerra que Rusia provocó a Ucrania, y lógico que tienen que responder los ucranianos para defenderse de los ataques con bombas.

Las desgracias, la corrupción, las enfermedades, huelgas indefinidas, paros, la pandemia, los jóvenes trastornados que compran armas y van a disparar a los peatones, a las escuelas con niños y profesores, las aberraciones, el maltrato animal, la contaminación ambiental, los gobiernos dictadores, etc., que ocupan la atención en los países de todo el mundo que pasan dichas cosas horrorosas; pareciera, no da tiempo a pensar en los ucranianos y también en muchos rusos víctimas que no quieren guerra. El mundo parece verdadero infierno. Eduquen a los hijos en las enseñanzas de los evangelios transmitidas por Dios, para dejar de ser incivilizados y el mundo futuro cambie con nuevas generaciones mejores, generosas, humanas, caritativas, con principios, respetuosas de la ley de Dios. (O)

Jacinto Venegas Mejía, avenida Samborondón