Cuando Guillermo Lasso, en época de campaña, nos decía más “Ecuador en el mundo”, uno se imaginaba la trascendencia que nuestro país iba a tener en temas importantes, en el incremento de las exportaciones y del turismo. Sin embargo, lo visto en los últimos meses es cómo nuestro país ha sido expuesto al fenómeno de la migración. Muchos ecuatorianos, agotados de abrigar una esperanza, han agarrado sus cosas y se han mudado de país, legal e ilegalmente, como cumpliendo la promesa del presidente Lasso: más Ecuador en el mundo.

Es una pena que a diferencia de países como Argentina, nuestro pasaporte en vez de abrir puertas, las cierra; sin miedo a equivocarme, opino que la mayoría de los migrantes ecuatorianos que se han ido en busca de un futuro en el período del gobierno actual, son ilegales. Pero cómo no habría de perder la gente la esperanza, si tenemos un país donde el Estado no ejecuta el presupuesto donde ciertos militares sirven para hacer pasaportes, cédulas y papeletas; donde la justicia juega al compás que la banda delincuencial de turno le imponga. No, así no era lo que yo me imaginé cuando Guillermo Lasso decía: “Más Ecuador en el mundo”. (O)

Álvaro Eduardo Suárez Delgado, abogado, Guayaquil