Muchos no saben convivir con cultura. Porque están en urbanizaciones que son cerradas creen que tienen licencia de corso para hacer ruido todo el día y la noche con maquinarias, martillos, sierras, taladros, motores, pitos, alarmas, gritos, tocando música..., a altas horas de la noche y madrugada.

Los derechos de uno terminan donde empiezan los derecho del otro. No piden autorización, no piensan que puede haber una persona enferma o cansada que necesita reposar. La mayoría de las familias se fueron de Guayaquil a la vía a la costa, Salitre, Daule, Samborondón, etc., porque creyeron que tendrían seguridad, paz; y no es verdad ante la falta de educación de ciertas personas para condolerse del prójimo. No existen valores. Después nos quejamos de los políticos indolentes y corruptos, y en el propio vecindario nos portamos como esos. (O)

Marvick René León, vía a Salitre