Se gastan esfuerzos por hacer entender a la ciudadanía del hambreado nivel de nuestra economía en el que nos dejaron aquellos de ‘la mesa servida’, ‘mentes lúcidas’ y manos sucias. Situación agravada por el vicharaco (virus) que no da tregua. Connotados profesionales en la materia han explicado hasta la saciedad las causas por las que las arcas fiscales están vacías, razón por la que el Estado está acudiendo a los prestamistas internacionales en pos de recursos para atender los quehaceres más urgentes.

Gracias a la labor patriótica del presidente Guillermo Lasso, nuestro Ecuador se encamina, lo cual nos proporciona cierta tranquilidad. Pero no podían faltar destemplados gritos de aquellos que se mantienen al acecho de su acomodo, no quieren que su talega deje de rebozar; exigen su cacareado derecho de seguir en la teta, aunque el resto del país se ahogue en la miseria. Las personas de bien, que somos más, advertimos a tránsfugas que no estamos con el talante de permitir más salvajadas e interrupciones al esfuerzo que hace el presidente por despantanar la nación y lo respaldamos. Anhelamos que forme un grupo de especialistas con el exclusivo propósito de la recuperación del dinero robado y la extradición de todos los corruptos prófugos, de manera primordial de incompetente ‘honoris causa’. (O)

Luis Arturo Moncayo Figueroa, Santa Ana, California, EE. UU.