En los últimos tiempos que vivimos, vemos noticias de que cada vez se incrementan los suicidios, los asesinatos, las extorsiones, por parte de jóvenes. Por esta y más razones debemos empezar a darle importancia a la inteligencia emocional como materia educativa de los niños y jóvenes.

Es momento de elaborar las bases desde el ciclo inicial educativo para enseñar a meditar, ser colaborativo, hacer de esto una cultura. Imitemos la educación de los orientales, ya que cada vez el mundo se está convirtiendo en egocentrista, violento. Si se aplicara esta nueva medida, en un mediano o largo plazo veremos los frutos y así evitaremos suicidios, delincuencia, crímenes, violaciones, etc.

Vivimos en Ecuador, que es un país muy rico pero que lastimosamente es pobre en educación. (O)

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José Antonio Cruz Tobar, Guayaquil