Observamos con ojos atentos para comprobar si la justicia es igual para todos o si hay diferencias según la ‘importancia’ que tenga la persona.

El caso Novak Djokovic: se juega un torneo en territorio australiano, el tenista serbio entra sin vacunarse, mas sigue luchando por jugar el Abierto de Australia y todas las miradas están sobre él; un ciudadano común que hace eso tiene que abandonar el país inmediatamente. El caso Boris Johnson: primer ministro británico, participó en una francachela durante el confinamiento por el COVID, que prohibía este tipo de eventos. Los casos ecuatorianos: algunos jueces ecuatorianos obtuvieron fraudulentamente carné de discapacidad, ‘gracias’ a la corrupta actuación de ciertos miembros del Ministerio de Salud; y más tarde ciertos jueces cuyas visas fueron retiradas por Estados Unidos, se unen para abrir los cándidos ojos de la ciudadanía ansiosa por ver si la justicia se mantiene enhiesta o sigue doblegada; también, ciertos miembros de la ANT destacan por su colosal ineficiencia en las miles de licencias falsificadas, pésimo manejo en la asignación de turnos para obtener la licencia de conducir, en asignación de rutas para el transporte con cobros de millonarias coimas. Allí siguen campantes. Por otro lado, ¿hasta cuándo ciertos narcojueces, narcogenerales y narcodelincuentes según denuncias, seguirán gozando de sus altos privilegios? (O)

Gustavo Vela Ycaza, médico, Quito