En muchas instituciones públicas es noticia que en sus contrataciones se hallan ‘comisiones’ económicas y las listas son largas de las publicaciones habidas por los medios de comunicación. Sin embargo, muchas quedan en silencio u olvidadas.
Comprendemos que en la Fiscalía falta personal apropiado y ciertos jueces dan mucho que desear, pero están señalados legalmente y vale recordar lo que dijo el español Francisco Quevedo: “Menos mal hacen los delincuentes que un mal juez”. Ahora, se habla de que el presidente de la República, amparado en el artículo constitucional 147 numeral 18 va a indultar, rebajar o conmutar las penas de ciertos presos, lo que está bien, tratándose de enfermos de la tercera edad que han cometido peccata minuta (pequeños pecados sin importancia), pero no a los 40 ladrones de Alí Babá (que afectan al pueblo); por lo que veríamos frustrados nuestros esfuerzos de que se haga justicia. Sería mejor que ordenara se paguen los haberes a los jubilados de la Universidad de Guayaquil, antes que dar libertad a estas PPL (personas privadas de libertad). El presidente de la República dijo que iba a pedir ayuda a las cortes internacionales para recuperar lo robado al país, como lo hizo Guatemala alguna vez; pero hasta hora siguen impunes todos esos cacos y sus testaferros, escondiendo la plata debajo del piso o con encargo a familiares y seudoamigos que terminan robándoles a los que han robado ‘bien bonito’. (O)
Joaquín Cisneros, Guayaquil