¿No tenemos en qué gastar la plata en Guayaquil?, primero pintaron frases en las paredes..., hoy en día pintan postes, tubos, tachos de basura, etc., de colores amarillos, celeste, anaranjado, dan un colorinche carente de estética; ruidoso, en Urdesa.

Los objetos estaban pintados de verde desde la regeneración urbana que hizo el ex alcalde Jaime Nebot, que armonizaba con el color verde de árboles, césped; la vista era sobria. Hubieran dado una capa de mantenimiento del mismo color verde si querían pintar, o utilizado la plata para cambiar adoquines flojos donde se mete la punta del zapato o el taco, provocando caídas a peatones; reponer adoquines rotos o robados por vándalos; mejorar la recolección de basura y el aseo de calles mugrosas; o ayudar con alimentos, controles médicos, equipos seguros, ropa de material especial en mascarillas, botas, guantes, etc., mejor sueldo, no coger las fundas y tachos de basura con las manos, sino con vehículos especiales con palancas que recojan de contenedores la basura y la tiren al carro, como hacen otros países. Pueden invertir la plata en otras obras, para pagar vigilancia policial efectiva; controlar la mendicidad, a Urdesa llegan personas a mendigar, ‘cuidar’ carros, chamberos a romper fundas con basura, a ‘ayudar como vigilantes’ a parquearse y detener el tráfico; afuera de iglesias, negocios, supermercados, en las esquinas donde hay semáforos, hay mendigos, informales. Controlar a ciertas personas malabaristas con fuego, showman dan espectáculos en plena calle y recogen dinero; a parejas con bandera de Venezuela y niños que se meten con sillas, cordeles para tender ropa y a descansar en las jardineras de los parterres de la avenida Víctor Emilio Estrada, y se lanzan a la vía transitada de vehículos para pedir caridad. ¡Pobre Urdesa de nadie! (O)

Gerardo Caballero, Guayaquil