Durante diez años ciertos políticos, para saquear el país con impunidad y causar caos social y económico en Ecuador, cambiaron la Constitución y algunas leyes importantes como el Código Orgánico Integral Penal (COIP) a favor de los delincuentes, y la Ley de la Niñez y la Adolescencia, para que la juventud no sea corregida y fomentar la delincuencia, el crimen organizado, las drogas.

El presidente Lasso tiene que eliminar la herencia mala que recibió de un gobierno revolucionario, y para poder vivir en paz el país es necesario una nueva estructura económica, política y social del Ecuador. Reflexión: ¿Por qué esos revolucionarios del siglo XXI tienen influencias en algunas personas en época de elecciones? (O)

Ángel Calderón Mayorga, economista, Guayaquil