Desde hace unas semanas es público que se cerró el tradicional Caracol ubicado en el corazón de Guayaquil, la mística de uno de los puntos gastronómicos más emblemáticos de la ciudad; iba mucho más allá de la excelencia de su carta internacional.

Nuestra querida Muriel siempre será recordada recibiendo comensales, brindando hospitalidad y calidez inigualables. Gran conversadora y dominando varios idiomas, charlaba por largo rato con los visitantes, actores, cantantes, políticos e inclusive reyes. Gracias por todo lo que entregó a Guayaquil por casi cinco décadas y ojalá sea solo un hasta luego. (O)

Paula Pettinelli Gallardo, Guayaquil