El sistema de la vacunación contra el COVID-19 que el Gobierno nacional aplica al momento está dejando ver una serie de irregularidades.

Entre las principales irregularidades está dejar afuera de la vacunación (para más tarde) a las personas jóvenes con una alta capacidad de contagio, por ende el rango de edad y otros no deben de considerarse.

Hay que vacunar agresivamente a toda la población sin distinción, desde los 16 años en adelante para poder contener el virus, sus variantes y mutaciones, y poder seguir estudiando su comportamiento.

Publicidad

Dentro de esto, lo más importante es testear masivamente -con pruebas rápidas o de hisopado- aquellos sectores poblacionales que estadísticamente está comprobado son de alta transmisibilidad. Una vez confirmado aquello, confinar e impedir la movilización de sus habitantes para proceder a realizar una vacunación masiva sin excepción; proceso similar a como se realizan los censos nacionales de la población, las personas no deben salir de sus casas y son las brigadas de vacunación quienes intervienen directamente.

Este modelo debe aplicarse en todo el país, y debe ir acompañado de un cambio en la legislación sanitaria con los nuevos modelos urbanísticos que permitan evitar los altos contagios que esta pandemia está ocasionando.

Los protocolos y cronogramas deben ser dinámicos y modificarse de acuerdo con los comportamientos epidemiológicos que la situación demanda.

Publicidad

Dura tarea le espera al nuevo gobierno constitucional -el mismo que se posesionará el días lunes 24 de mayo del presente año-, que deberá contar con la colaboración y el apoyo de la ciudadanía en general, donde el éxito del mismo radicará en la seguridad de gozar de una salud plena y libre de contagios. (O)

Antonio Alfonso Martínez González, doctor, cirujano general; avenida Samborondón