La noticia de que los transportistas de Machala, El Oro, apuestan por el cambio del sistema de diésel a gas natural (GN) para usarlo en por lo menos 500 buses, es una propuesta que beneficia al gremio y al manejo eficiente del gas natural que se produce en los campos Amistad, en el golfo de Guayaquil; y Gustavo Galindo Velasco, en la península de Santa Elena (provincia del mismo nombre).

En efecto, la planta de licuefacción de gas natural Bajo Alto licúa el gas natural que se lo emplea en la Central Termogas Machala y en la industria de cerámica, y queda un remanente que se quema; mientras tanto Pacifpetrol S. A. que opera el campo en la península de Santa Elena, produce cerca de un millón de pies cúbicos por día de gas natural que sirve para una termoeléctrica que satisface las necesidades de energía del campo, para vehículos livianos y producir gasolina. Pero existe otra oportunidad que Ecuador debe aprovechar: el uso del hidrógeno en buses de transporte masivo de pasajeros, pues en la Península existen refinerías con capacidad de producir hidrógeno desde el gas natural, y la ventaja competitiva es que el CO2 (dióxido de carbono) resultante se lo puede retornar a tierra empleando el método de secuestro del carbón, mientras que el H2 licuado se lo envía a través de ductos hacia las estaciones de servicio para su distribución a los vehículos. Los beneficiarios de la primera opción serían los taxis y buses de las dos provincias, y los de la segunda opción, solo los buses. Es una interesante inversión del sector privado con apoyo del Estado y la academia. Estos temas se vieron en la 60 reunión del Banco Interamericano de Desarrollo en Guayaquil, así que dicho cambio del sistema sería bien recibido por el BID que tiene créditos para proyectos amigables con el ambiente. (O)

Hernán R. Moreano Andrade, militar (s. p.), máster en Oceanografía; Guayaquil