‘La Carita de Dios’ convertida en cueva de Alí Babá y los amarres y desfalcos, con ciertos ediles (que hasta el último defendían lo indefendible), funcionarios (a unos los sacaron por denunciar la corrupción), familiares y allegados del exalcalde; la tienen en el abandono y la inseguridad nunca vistos en la capital.

Se fue la cabeza y punta del iceberg. Fiscalía, Contraloría y los quiteños, a limpiar la corrupción e impunidad del ‘orgulloso de su grillete’, como gritaban en la calle Chile; ¿por llevarse el billete?, ¿y las frecuencias? El Concejo, a derogar la afrenta de Barrera y Correa, al Himno de Quito.

Todo funcionario debe responder por usar y recibir recursos, en este caso municipales. (O)

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Juan Carlos Cobo Rueda, Quito