Excelente editorial de Diario EL UNIVERSO, ‘El IESS de los no aportantes’; estoy totalmente de acuerdo con lo escrito y añado la parte legal que hace inconstitucional, muchas cosas realizadas.

Parte del problema es la falta de ingresos. Hace diez años un presidente de la República –de forma por demás ignorante– dijo que porque el IESS (Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social) tenía superávit, el Estado ya no debía aportarle el 40 %, y violó la Constitución, artículos 371 y 11 numeral 8, que dicen que será inconstitucional cualquier acción u omisión de carácter regresivo que disminuya, menoscabe o anule injustificadamente el ejercicio de los derechos. ¡Cómo puede ser posible que el Estado deudor al seguro social por más de 5.000 millones de dólares siga usando los recursos del IESS y presidiendo el directorio con voz y voto; es una ilegalidad! Se debe reformar la ley para que el directorio esté conformado con representantes de los jubilados, empleados, servidores y empleadores, que tengan voz y voto, y el representante del Estado solo tenga voz y no pueda ser presidente. También se violó el artículo 369 de la Carta Magna, último párrafo que dice: “La creación de nuevas prestaciones estará debidamente financiada”, y se incluyó a los hijos de hasta de 18 años de edad, de los afiliados, para que reciban atención médica sin que el Estado aporte dinero; por esto a los jubilados y los afiliados les merman la atención en salud, cuando piden una cita médica la dan para dentro de tres o cuatro meses. ¿Y qué hacemos los jubilados y afiliados dueños de los recursos del IESS para parar estas inconstitucionalidades que están quebrando la institución? ¿Cuándo se presentarán a parte de las demandas de inconstitucionalidad, las demandas penales contra Rafael Correa y todos los que actuaron como presidente del directorio en el periodo 2007-2018? ¡Hasta cuándo se va a esperar que el Estado pague lo que adeuda al IESS? Debemos los jubilados y afiliados, por estas inmoralidades, exigir que nuestros derechos sean respetados. (O)

Francisco René Alcívar Villegas, contador, Daule