Sujetos corruptos que estaban en las cárceles consiguieron la libertad en la forma más ilegítima, como el caso de uno que logró su libertad con un habeas corpus otorgado en Manglaralto.

Otros delincuentes con sentencia en firme hacen fila para salir de la prisión; un pandillero salió en libertad, por el mismo recurso de habeas corpus; como es el caso de la petición que hacen dos políticos que fueron sentenciados (junto al patrón que se fue a Bélgica) por corrupción. Resulta rescatable el mensaje de monseñor Leonidas Proaño, fue obispo de Riobamba, candidato al premio Nobel de la Paz, y luchó por la justicia social y la clase indígena de Ecuador, decía: “No todo lo justo es legal, ni todo lo legal es justo, busquemos una nueva justicia”. (O)

Ricardo Ordóñez Jaramillo, educador, Guayaquil