Desde el 11 de septiembre se viene comentando, hablando, escribiendo en medios y redes sociales, sobre el femicidio que se considera un crimen a la mujer –por el hecho de ser mujer–, de parte de un varón; un asesinato intencional; machismo o misoginia. Igual asesinato es el aborto y, sin embargo, de eso no se habla.

La estadística de abortos es mucho más alta que la estadística de femicidios. También en el aborto hay el pensamiento de que “puedo hacer de esta persona (bebé) lo que quiera y con violencia”. La diferencia es que en el aborto no se habla de crimen sino de “interrupción del embarazo”, alegando razones de cualquier tipo. Me pregunto, ¿no será que lo uno es consecuencia de lo otro? (O)

Beatriz Tama Corral, Guayaquil