Defino cacocracia a un sistema de gobierno donde mandan los peores, ineptos, delincuentes; conjunto de funcionarios públicos de elección popular como por designación, que no les da la cabeza para razonar en pro del bien colectivo social; cursan doctorados en maldad, perversión, ambición y corrupción.

En el mundo, se sabe que existen anualmente $ 400 billones que se lleva la corrupción en todos los niveles conocidos. Pero hablemos del Ecuador, nosotros tenemos una deuda muy corrupta porque se abusó del despilfarro y del gasto público; es propio de los gobiernos socialistoideos y demagogos; a estos actos de corrupción los denomino criminales, inmorales y traición a la patria. En el Ecuador existen vacíos legales, dilatación de procesos y falta de coordinación interinstitucional que impiden seriamente recuperar los miles de millones de dólares desviados por la corrupción, en fondos públicos. Se necesitan reformas legales profundas, pero no tengo un hálito de esperanza en el Poder Legislativo donde moran muchos cacócratas, salvo sus contadas excepciones. Es necesario una Fiscalía y un sistema anticorrupción muy agresivos, sin contemplaciones de apellidos y de estatus sociales; simplemente la justicia tiene que ser para todos, por eso es necesario una administración de justicia justa, transparente e independiente. (O)

Jaime Andrés Véliz Ortiz, abogado, Guayaquil