Fascismo y nacionalsocialismo son una ideología, un movimiento político de carácter totalitario, antidemocrático, ultranacionalista, enemigos del liberalismo, socialdemocracia, socialismo, comunismo. El segundo, incorpora el antisemitismo, el racismo científico, la eugenesia. Muchos confunden estas ideologías con el capitalismo, pero no tienen nada que ver; el capitalismo es un sistema económico.

El comunismo es un sistema político y un modo de organización socioeconómica, caracterizado por la propiedad en común de los medios de producción, así como por la inexistencia de clases sociales, del mercado y del Estado. Un primer periodo de transición o fase hacia el comunismo es la llamada dictadura del proletariado, y como podemos ver en el mundo, de este periodo de transición no se ha pasado; diferentes motivos impiden que este sistema evolucione a otras fases, entre las que destacaremos la avaricia, la soberbia, la envidia que son inherentes al ser humano. Entendiendo que el comunismo actual es una dictadura, entonces, como sistema político, el fascismo y el comunismo son dos extremos de una cuerda doblada por la mitad y que están juntas: son lo mismo. Todos los países que han implantado o querido implantar estos sistemas políticos han ocasionado un profundo dolor a los seres humanos que lo han vivido: el holodomor, el holocausto, la guerra rusa–países del eje, el gran salto adelante, Camboya con los Kmer Rouge, la migración y pobreza cubana, la migración y pobreza venezolana, entre otros. A sabiendas y en conocimiento del dolor que estos sistemas han ocasionado a la humanidad, la pregunta que me hago es ¿por qué algunos siguen empeñados en buscar la solución del ser humano en estos sistemas extremistas?, ¿o será que entra en juego otra vez ese pecado llamado avaricia?; porque es sabido que en estos sistemas, los únicos que viven bien son los que ostentan el poder político, por eso su esmero de implementar la política de partido único. ¡Ojalá los ecuatorianos tengamos el suficiente entendimiento para alejarnos de estos extremos! (O)

David Ernesto Ricaurte Vélez, ingeniero mecánico, Daule