Existe un vacío canino en mi casa. Se cumplen ocho días de que mi primera mascota, mi compañero desde hace nueve años y medio se fue para siempre de este mundo real. Brandon, un bello perro bulldog inglés atigrado, de espíritu noble, silencioso, atento a sus horarios de comida (principalmente) y de paseo. Su porte intimidaba por breves segundos, para cambiar rápido a juegos con su pelota favorita de tenis.

Aprendí a quererlo y cuidarlo con esos horarios y actividades repetitivas que solo una mamá canina conoce. Su presencia arrolladora de su raza, templanza, paz, tranquilidad se impusieron durante su vida. Brandon ya no está y jamás pensé que yo iba a estar en una vorágine de sentimientos y emociones que se iniciaron con el llanto y ahora con la desolación de ver el jardín vacío.

Fuiste un gran compañero y siempre te llevaré en mi corazón Brandon, mi primera mascota. (O)

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María Mercedes Saavedra Maldonado, ingeniera comercial, avenida Samborondón